El asteroide 2024 YR4: ¿Un riesgo real para la Tierra?

Si el cuerpo impactara en la Tierra, los daños dependerían de su velocidad y lugar del impacto. Si cayese en el mar podría causar tsunamis con olas de decenas de metros.

El asteroide 2024 YR4 ha llamado la atención ante un posible impacto con la Tierra en el año 2032, cuando su trayectoria lo llevará a sobrevolar Bogotá, Abiyán (al sur de Costa de Marfil), Lagos (Nigeria), Jartum (capital de Sudán), Bombay (India) y Dhaka (capital de Bangladesh).

Los astrónomos están siguiendo de cerca al asteroide, cuya probabilidad de colisión con la Tierra en 2032 alcanzó su punto más alto esta semana, el 19 de febrero.

El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la agencia en el sur de California, ha incorporado las nuevas observaciones informadas al Centro de Planetas Menores y el 18 de febrero actualizó la probabilidad de impacto del asteroide 2024 YR4 en 2032 al 3,1%.

“Esta es la probabilidad de impacto más alta que la NASA ha registrado jamás para un objeto de este tamaño o mayor con 8 trayectorias potenciales. Sin embargo, el miércoles 19 de febrero, nuevos datos recopilados durante la noche redujeron la probabilidad de impacto al 1,5%”, dice uno de los últimos reportes de la agencia espacial estadounidense.

El objeto estelar viaja a 17 km por segundo, se estima que tiene entre 40 y 90 metros de ancho y pesa unos 220 millones de kilos. Es unas 100 veces más pequeño que el que extinguió a los dinosaurios, pero si chocara contra nuestro planeta, liberaría la energía de 7,8 megatones, lo suficiente para arrasar una ciudad entera. Su energía equivale a 600 veces la liberada en Hiroshima.

Su tamaño es comparable al que causó el evento de Tunguska (Rusia), un asteroide estimado de 50 metros que aplastó dos mil kilómetros cuadrados de bosque siberiano en 1908.

Desde que se detectó su trayectoria, las agencias espaciales han ido ajustando las probabilidades a medida que recopilan más datos. Inicialmente, el riesgo era de 1 en 83, pero ha ido subiendo a 1 en 67, luego a 1 en 53, después a 1 en 43, y finalmente a la cifra actual. La Agencia Espacial Europea (ESA), aunque con una evaluación ligeramente distinta, estima el riesgo en 2,41%.

La NASA explica que los telescopios terrestres requieren cielos oscuros para observar asteroides, que a menudo son muy débiles. Alrededor de la época de la luna llena, el cielo se vuelve demasiado brillante para detectar estos tenues puntos de luz.

“Cada noche adicional de observaciones mejora nuestra comprensión de dónde podría estar el asteroide el 22 de diciembre de 2032 y subraya la importancia de recopilar datos suficientes para que nuestros expertos en defensa planetaria puedan determinar el riesgo futuro para la Tierra. La NASA espera que la probabilidad de impacto continúe evolucionando a medida que se realicen nuevas observaciones del asteroide 2024 YR4 en los próximos días y semanas”, explicó la agencia.

A medida que la NASA siga observando el movimiento del asteroide a lo largo del tiempo, la región de posibles ubicaciones se reducirá aun más. Para que la probabilidad de impacto caiga a cero, la Tierra tendría que quedar fuera del rango de posibles ubicaciones del asteroide 2024 YR4 el 22 de diciembre de 2032.

Según reseña el sitio científico CR Network, uno de los desafíos para determinar con mayor precisión es su trayectoria. Y es que, a partir de abril, el asteroide pasará detrás del Sol, quedando fuera del alcance de la mayoría de los telescopios terrestres. Esto limitará la capacidad de los astrónomos para refinar sus cálculos hasta su reaparición en 2028.

El asteroide 2024 YR4 fue informado por primera vez el 27 de diciembre de 2024 al Minor Planet Center (el centro de intercambio internacional de mediciones de posición de cuerpos pequeños) por la estación del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides financiada por la NASA en Chile.

Y llamó la atención de los astrónomos cuando apareció en la lista de riesgo automática Sentry de la NASA el 31 de diciembre de 2024. La lista Sentry incluye todos los asteroides conocidos cercanos a la Tierra que tienen una probabilidad distinta de cero de impactar con la Tierra en el futuro.

“Este objeto es de particular interés para la defensa planetaria por dos razones: 1) es lo suficientemente grande como para ocasionar daños en un área localizada, en el caso poco probable de que choque con la Tierra y 2) aunque existe una posibilidad muy pequeña de que 2024 YR4 haga impacto con la Tierra en 2032, ha superado el umbral de probabilidad de impacto del 1% y cada vez se incrementa más el porcentaje”, analiza la física Mar Gómez.

La especialista estima que hará su próximo acercamiento cercano alrededor del 17 de diciembre de 2028. ¿Podria impactar en la Luna? La probabilidad de que impacte la Luna es del 0,3%. Aunque dicho impacto podría expulsar material en dirección a la Tierra, es improbable que represente una amenaza, ya que se quemaría en nuestra atmósfera. Eso sí dejaría un buen cráter en nuestro satélite.

El economista Manuel Escobar apunta: “El asteroide 2024 YR4 acecha como un lobo en la sombra. No temas aún, pero vigila. Su riesgo es bajo, un susurro en el viento, con 1,5% de probabilidad. Si golpea, rugirá con 7,8 megatones, un eco devastador. La lección es clara: el cielo nos observa, nosotros debemos devolverle la mirada”.

El asteroide activa redes y mecanismos de vigilancia avalados por la ONU

Esta semana, el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA (CNEOS) ha modificado los cálculos del posible impacto el asteroide 2024 YR4.

Así, el 18 de febrero, el CNEOS elevó la probabilidad de impacto del asteroide al 3,1%, la más alta jamás registrada por la NASA para un objeto de este tamaño o mayor, pero los datos recogidos durante la noche redujeron la probabilidad de impacto al 1,5%.

Infografía: 20 minutos

Por su tamaño y con una probabilidad de impacto superior al 1% en un momento dado dentro de los próximos 50 años, 2024 YR4 cumple los criterios que han hecho que se activen dos grupos de reacción avalados por la ONU: la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG).

Los expertos de la IAWN se reúnen todas las semanas para hacer el seguimiento, mientras que el SMPAG tiene previsto volver a reunirse en mayo, con todos los datos recopilados, cuando el asteroide ya no pueda verse desde la Tierra.

De acuerdo con la IAWN, el corredor de riesgo de impacto potencial se extiende a través del océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el océano Atlántico, África, el mar Arábigo y el sur de Asia. Esto significa que el impacto podría afectar regiones densamente pobladas como India, Pakistán, Bangladesh, Nigeria, Sudán, Etiopía, Ecuador, Colombia y Venezuela.

Cuando quede fuera del alcance de los telescopios terrestres, el encargado de medir su recorrido será el telescopio espacial James Webb. Se debe tener en cuenta la composición: si el asteroide está compuesto de roca, podría explotar en el cielo, causando una gran explosión y una bola de fuego que golpearía el suelo.

Si está compuesto de hierro, atravesaría la atmósfera fácilmente y golpearía el suelo, creando un cráter.

El asteroide volverá a tener un paso cercano a nuestro planeta en diciembre de 2028, aunque podrá observarse desde primavera de ese mismo año. Esa sería la ocasión para, si no se ha hecho antes, establecer de forma definitiva la trayectoria de la roca. (EFE)

Una simulación de un posible impacto del 2024 YR4

El asteroide 2024 YR4, que se acercará peligrosamente a la Tierra el 22 de diciembre de 2032, tiene en su trayectoria a países como Colombia, Venezuela, Ecuador, Nigeria, Camerún, Congo, Omán, Pakistán, India y Bangladesh.

Recreación del impacto de un asteroide en la Tierra. Foto: @MarGomezH

Usando un simulador de impacto de asteroides, y suponiendo un diámetro de 90 metros, una velocidad de 17 km/s y un ángulo de caída de 45 grados, estas serían las consecuencias de un impacto en Bogotá, en el caso de que su composición fuera de metal:

Cráter de impacto

– Ancho del cráter: 2 km.

– Profundidad del cráter: 420 m.

– Velocidad de impacto: 12 km/s.

– Energía liberada: Equivalente a 27 megatones de TNT, superando la energía de la mayor bomba nuclear jamás detonada.

– Víctimas inmediatas: Aproximadamente 6.485 personas serían vaporizadas en el momento del impacto.

Onda expansiva

– Intensidad: 233 decibeles.

– Víctimas estimadas: 116.879 personas morirían debido a la onda expansiva.

Daños humanos

– Cualquier persona dentro de un radio de 5,8 km probablemente sufriría daño pulmonar.

– Cualquier persona dentro de 7,5 km tendría los tímpanos rotos.

Daños estructurales

– Edificios dentro de 13 kilómetros se derrumbarían.

– Casas dentro de 18 kilómetros colapsarían por completo.

Ráfagas de viento

– Velocidad máxima del viento: 2 km/s.

– Víctimas estimadas: 452.516 personas morirían a causa de las ráfagas de viento.

Efectos del viento

– Dentro de 3,9 kilómetros, el viento sería más rápido que las tormentas en Júpiter.

– Casas dentro de 6,4 kilómetros serían completamente arrasadas.

– Dentro de 11 kilómetros, se sentiría como estar en un tornado EF5.

– Casi todos los árboles dentro de 19 kilómetros serían derribados.

Esta simulación destaca la devastación que un asteroide de este tamaño y composición podría causar en una zona densamente poblada como Bogotá. Aunque las probabilidades de impacto son bajas, este escenario subraya la importancia de monitorear objetos cercanos a la Tierra y desarrollar estrategias de mitigación. (Revista digital Bandalos).

fuente: vision360