Tiziano Fiz, detenido por el crimen de Giovana en El Talar, habló durante la indagatoria ante la fiscal Mariela Miozzo y dio su versión del hecho. Las pruebas en su contra y el pedido del padre de la víctima a su hija
Tiziano Fiz, detenido por el femicidio de Giovana Guadalupe Sosa, asesinada de un tiro en la boca en el hotel alojamiento Moeris de El Talar de Pacheco, aceptó declarar en su indagatoria tras ser arrestado en la madrugada de hoy miércoles por la Policía Bonaerense. Allí, dio una sorprendente versión ante la fiscal del caso, Mariela Miozzo.
Fiz, de 20 años, afirmó que mató a su ex pareja por accidente. Ante su defensor oficial, que vio estupefacto su monólogo, aseguró que “estaba jugando” con el arma en la habitación y que el tiro “se le escapó”, confirmaron fuentes del expediente a Infobae.
Su defensor le desaconsejó que se incriminara. Sin embargo, el acusado del femicidio de Giovana, quien tenía 20 años al momento de su muerte, continuó su relato. Tras su declaración, regresó a su celda de la Comisaría 5° de Tigre, a la espera del pedido de prisión preventiva en su contra.
Giovana, confirman fuentes policiales, lo había denunciado por violencia de género en enero último, con una presentación realizada en la Comisaría de la Mujer de Malvinas Argentinas, un dato que adelantó su familia en diversas entrevistas.
Por esa denuncia realizada en enero, la Justicia había dictado una restricción perimetral en contra de Fiz. “Pero Giovana, perimetral o no, no quería dejarlo, no podía”, asegura una fuente clave del caso: “El padre estaba cansado de hablarle a la hija para que cortara la relación”. El vínculo entre víctima y presunto victimario, define la misma fuente, era “totalmente tóxico”.
Sin embargo, Giovana misma, según estableció la fiscal Miozzo, fue quien pasó a buscar en un auto de aplicación a Fiz desde la zona de Los Polvorines, para luego dirigirse al hotel Moeris, donde finalmente fue asesinada en la habitación 28 del lugar. Tras el crimen, que fue denunciado al 911 por los empleados del hotel, el sospechoso huyó.
Las pruebas en contra del acusado
Las pruebas en contra del imputado son, al menos, fuertes. Según datos del expediente, a Fiz se lo ve en filmaciones de cámaras, tanto del hotel como en imágenes tomadas por domos municipales. También, lo incrimina el testimonio del chofer del auto, con datos del recorrido realizado, así como el pedido de servicio que realizó Giovana. La familia de la víctima declaró, así como sus amigas. Un relevo de redes sociales, con capturas de pantalla que muestran el vínculo entre Giovana y su presunto asesino, también es parte de la causa.

La autopsia realizada en San Fernando -que no halló indicios de golpes de vieja data cicatrizados- reveló un crimen macabro: la bala entró por la boca de la víctima y salió por la nuca. Un proyectil fue incautado en la habitación del hotel.
Fiz es oriundo del Barrio San Pablo de El Talar, el mismo donde fue allanado el lunes por la noche “El Negro Sombra”, uno de los secuestradores más temidos de la historia argentina. Su casa en el lugar fue allanada de urgencia por orden de la fiscal Miozzo.
En diálogo con Telenoche, un tío de Giovana aseguró que Fiz, por testimonios del padre de la joven, sometía a su sobrina a golpizas.
“Da la casualidad que le pregunté por la hija, por Giovana, y me había dicho que le había hecho la denuncia al novio por el tema de unos golpes que le dio y la había mandado al hospital. Estuvo internada, creo que uno o dos días”, aseveró en referencia a la denuncia presentada en enero en Malvinas Argentinas.
Si el acusado le tendió una trampa a Giovana para matarla, es algo que la fiscal Miozzo también podrá probar.
fuente: infobae