YPFB garantiza provisión de combustible para la producción y denuncia especulación en algunos surtidores

El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, garantizó este martes la provisión de combustibles para los productores de Bolivia y acusó a “algunas estaciones de servicio de especular” u ocultar el carburante.

“Se está vendiendo y se les da el producto del ULS, que es el biodiésel, a todo lo que es el sector productivo. En Santa Cruz, todo lo que es el agro, que hace su requerimiento y su pago correspondiente, puede requerir el producto. Está garantizado para que puedan obtenerlo desde nuestras plantas”, afirmó en conferencia de prensa donde presentó el plan de inversiones 2025 de YPFB.

El biodiésel ULS (ultrabajo en sulfuro) está dirigido a grandes consumidores y clientes directos de YPFB. El producto es importado y comercializado por la estatal petrolera.

Desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) solicitaron se garantice la distribución de combustibles para la cosecha de soya que tenía previsto iniciar el 20 de febrero. La meta apunta a llegar a 3 millones de toneladas de granos, que equivalen a un movimiento económico de $us 150 millones.

Ante el inicio de esta campaña, el fin de semana se observaron filas en estaciones de servicio para la compra de diésel y de gasolina en la capital oriental.

Dorgathen recordó que del 100% de la demanda de gasolina, el 50% es importado y el restante 50% se produce en las plantas de YPFB.

Considerando que las importaciones son normales, afirmó que “no deberíamos tener filas” por gasolina, teniendo en cuenta que “estamos (despachando) de acuerdo al PRODE (programación de despacho de demanda) que tenemos en el Ministerio de Hidrocarburos y la ANH (Agencia Nacional de Hidrocarburos)”.

En el caso del diésel, admitió que se tuvo algunos problemas debido a diferentes factores como el bloqueo de caminos en Yacuiba y Yapacaní, lo que retrasó la logística de distribución porque el país importa el 85% de su consumo.

“En la logística es lo que más estamos trabajando para evitar tener estos problemas, porque sabemos que importar el 85% del diésel es bastante, o sea, necesitamos que a veces algunas plantas en Paraguay y Argentina, cuando tenemos algún problema, nos permitan despachar 100% y tenemos que entender que muchas de estas plantas en Paraguay, en Argentina y en Chile, excepto la nuestra en Arica, que por eso es que le ponemos tanto esfuerzo, también tienen que despachar a sus mercados internos, a otros clientes y a Bolivia”, explicó.

En consecuencia, cuando desde, por ejemplo, Argentina y Paraguay, se despachan entre 30 y 40 cisternas, pero hay bloqueos en el país, la logística de distribución se interrumpe, lo que genera un desfase y luego no se puede recuperar los volúmenes en uno o dos días, lo que genera filas en las estaciones de servicio.

“Hoy estamos despachando mayores volúmenes de diésel porque ya fue llegando el producto, pero en gasolina no, en gasolina nunca dejó de bajar el producto; sin embargo, vemos filas. Ahora que yo estaba viniendo al aeropuerto desde Santa Cruz, veía filas de unos 10 vehículos de gasolina, pero no tiene sentido porque con gasolina estamos despachando normal”, aseguró.

De acuerdo con Dorgathen hay algunas estaciones de servicio que especulan, “pues ocultan el producto”. Ese hecho fue evidenciado por personal de YPFB que fue emplazado a algunas estaciones de servicio de Santa Cruz.

“Encontramos que algunas estaciones de servicio, de la que la ANH nos reportaba como alerta sin producto, que ya se iban a quedar sin producto, tenían 20 mil litros, 15 mil litros. Hicimos el informe correspondiente a la ANH para que tome las acciones correspondientes, a nuestro criterio debería ser intervención de la estación de servicio (pero) la ANH verá qué es lo que hace, pero nosotros hicimos las denuncias”, argumentó.

En Bolivia el precio de los combustibles es subvencionado: el litro de gasolina especial está en Bs 3,74 y el diésel oíl en Bs 3,72.

Esta situación motiva que algunas personas contrabandeen el producto a otros países, pero también lo vendan a un mayor precio en algunos municipios como “Montero, en Warnes, en el Chapare, donde el combustible se vende a 6 bolivianos (el litro)”.

“Entonces, ¿de dónde se pierde ese combustible? En la estación de servicio. En la estación de servicio es donde ese combustible no va al vehículo. Va a una botella y esa botella va al contrabandista y del contrabandista al vehículo. Entonces, hay un negocio que requiere un control”, exigió Dorgathen.

fuente: abi