Bajo las aguas del Adriático, un equipo internacional ha descubierto una ciudad neolítica sorprendentemente bien conservada. Este hallazgo ofrece claves fascinantes sobre antiguas civilizaciones y su lucha contra el cambio climático.
Los secretos del pasado emergen del fondo del mar. Un grupo de arqueólogos ha encontrado una ciudad sumergida de 7.000 años en el Adriático, revelando detalles asombrosos de la cultura neolítica que habitó la región. La investigación promete transformar nuestra comprensión de las civilizaciones antiguas y su interacción con el medio ambiente.
Un hallazgo sorprendente en el Adriático

El descubrimiento, liderado por el geoarqueólogo Dr. Simon Fitch, ha sacado a la luz a Soline, una ciudad construida por la cultura neolítica Hvar. Esta civilización habitó la costa adriática hace miles de años, antes de que el aumento del nivel del mar, tras la última Edad de Hielo, sumergiera lentamente el paisaje.
Mediante cartografía 3D de alta resolución realizada en 2023, los investigadores encontraron una red de ríos y estuarios que rodeaban la ciudad, destacando su excelente conservación. “El paisaje es más diverso de lo que imaginábamos”, comentó el Dr. Fitch, subrayando el potencial del proyecto para encontrar más asentamientos humanos.
Detalles de la ciudad y sus conexiones

La ciudad de Soline no solo es un testimonio del ingenio neolítico, sino que también está conectada con el continente por una antigua carretera de la Edad de Piedra, ahora sumergida a 4 metros de profundidad. Este camino es un reflejo de cómo las comunidades adaptaban su entorno para satisfacer sus necesidades.

Además, el uso de sensores avanzados permitió mapear más ríos y entornos en la región, sugiriendo que hubo una intensa actividad humana antes de que el agua cubriera el área. Estos datos ayudan a los arqueólogos a identificar zonas donde podrían hallarse artefactos que detallen la vida cotidiana de esta cultura.
Implicaciones para el estudio del cambio climático

El descubrimiento no solo tiene importancia arqueológica, sino que también ofrece lecciones sobre cómo las civilizaciones antiguas enfrentaron el aumento de los niveles del mar. “La rapidez con la que el agua cubrió esta región puede ayudar a entender cómo las culturas pasadas lidiaron con el cambio climático”, señaló el Dr. Fitch.
Los científicos también buscan comprender cómo estas civilizaciones utilizaban el medio ambiente, desde sus rutas comerciales hasta sus prácticas agrícolas. Estos datos podrían ofrecer perspectivas sobre la relación entre humanos y naturaleza a lo largo del tiempo.
Otros descubrimientos en la región
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El Adriático ha sido un lugar clave para los arqueólogos. Cerca de Soline, se encontraron un naufragio de 2.200 años de antigüedad y otro asentamiento Hvar en la isla de Korčula, que data de 4.900 a.C. Este último, descubierto en 2021, refuerza la importancia de la región para estudiar civilizaciones prehistóricas.
La colaboración internacional y la tecnología avanzada han sido esenciales para estos avances. Este proyecto no solo explora el pasado, sino que también busca iluminar cómo las culturas antiguas enfrentaron desafíos similares a los que afrontamos hoy.
fuente: es.gizmodo.com